Dificultad: media.
Edad: a partir de cinco años.
Duración: 20 min.
Material: sillas (opcional). Espacio amplio, suficiente para hacer un corro.
Desarrollo: el grupo se pone en círculo, todas las personas sentadas (en el suelo o en sillas). Se explica que son una empresa, y se trata de ascender y de llegar a la máxima posición. Para ello, se definen los papeles: una persona ocupará la Presidencia, y será «Presi»; la que está a su izquierda (o a su derecha, como se prefiera, pero siempre se seguirá el mismo criterio a partir de ese momento) ocupará la Vicepresidencia y será «Vice», la siguiente será Secretaría, «Secre». Esa es la Junta Directiva. A partir de ahí, el resto del círculo se numerarán sucesivamente: 1, 2, 3… Así se va completando el círculo. La persona que queda justo antes de Presi será «Bartolo».
Se va a marcar un ritmo, de modo que se dan dos golpes en los muslos y a continuación dos palmas (o dos chasquidos de dedos), todo el círculo a la vez. Cuando el ritmo está cogido, comenzará a hablar «Presi» y nombrará a otra persona de la siguiente manera: al golpear los muslos dice «Presi, Presi» (es decir, una vez por golpe), y al dar palmas (o chasquidos, pero siempre el mismo criterio), dirá otro cargo o número «tres, tres».
Entonces el número tres repite la misma operación, golpeando sus rodillas dos veces mientras dice «tres, tres» y luego otro número o cargo (por ejemplo, «Secre, Secre»). Si lo hace bien, continúa el juego; la primera persona que se equivoque o pierda el ritmo, ocupará el sitio de «Bartolo». Entonces la persona que hay tras él se mueve una posición para ocupar la silla (o el sitio) abandonada, y tras ella todas las demás se moverán para ocupar la respectiva silla que va quedando vacía (es decir, si falla el número cuatro, este irá donde Bartolo; el cinco ocupará el sitio del cuatro; el seis el sitio del cinco… hasta que el anterior Bartolo se mueva y ocupe la silla del último número). Ahora esas personas han ganado una posición, han ascendido en la empresa, y adquieren el nuevo número, uno más del que tenían antes.
Lógicamente, si se quiere ascender, se intentará decir un número o cargo por encima del que la persona tiene, para que esta se equivoque y se pueda ir subiendo puestos.
El juego no tiene fin, se puede jugar hasta que todo el mundo haya llegado a «Presi», o se puede poner un tiempo o un número de rondas determinadas.