Número de personas: a partir de 6, aunque es más divertido con más parejas.
Espacio: espacio cerrado y a oscuras.
Materiales: ninguno.
Desarrollo: en primer lugar se hacen parejas. Se explica que una de las personas de la pareja es «yo», que tiene una mascota, «pato». Entonces se ponen de acuerdo en qué tipo de mascota es «pato», poniendo como condición que tiene que hacer un sonido (puede ser un animal real o imaginario, siempre que improvisen un sonido).
Se comunica que «pato» se ha perdido. En este momento, todos los «yo» abandonan el espacio o sala. Se dice a los «pato» que tienen que repartirse por todo el espacio, incluso escondiéndose, pero que una vez elegido el sitio, no se pueden mover, solo lanzar su sonido lastimero para atraer a su «Yo». Una vez escondido todo el mundo, se apaga la luz.
Mientras tanto, se explica a «yo» la situación y que tienen que buscar a su «pato» simplemente por el sonido, sin hablar.
Se introducen en la sala, se cierra bien y se permiten un par de minutos para que las parejas se encuentren.
Una vez que se han encontrado se invierten los papeles.
De una manera divertida se trabaja la escucha, el cambio y el respeto a los roles.