Con motivo del 20 N, Día Internacional de los Derechos de la Infancia, en Santo Toribio se está dedicando esta semana a reflexionar sobre los derechos de la infancia junto a las niñas, niños y adolescentes que acuden a español, al apoyo escolar y al ocio de la tarde.
Se está trabajando a través de diversas herramientas y dinámicas. Por ejemplo, con la gente de español se trabaja a partir de un cuadernillo publicado el año pasado por Médicos del Mundo y el Ayuntamiento de Valladolid, «Nos movemos por la infancia»:
Mediante diferentes dinámicas grupales, se reflexiona sobre cuál puede ser el origen de los derechos, qué relación tienen con las necesidades que las personas tenemos, en concreto las más jóvenes, y también con nuestra felicidad.
En una de las dinámicas, por ejemplo, se hace una propuesta de derecho, y cada participante se posiciona acerca de si piensa que lo es o no. Finalmente, se revela si está recogido o no lo está.
Están saliendo cosas muy interesantes.
Entre todos los grupos, finalmente, se están construyendo dos procesos:
–La pócima de la felicidad: aunque en principio estaba dirigido a las personas de primaria, nos dimos cuenta de que en realidad nos servía a todas. Se trata de escribir en un papel, al final de las sesiones, qué cosa nos hace felices (es importante que nadie veo lo que escribimos). Luego lo introducimos en una bolsa y vamos sacando papeles por turno, los leemos y tenemos que adivinar quién lo escribió. Finalmente, introducimos todos los papeles en una redoma (un bote, en realidad), para hacer la pócima de la felicidad de la infancia de Santo Toribio con todo aquello que nos hace felices.
–La cadena de derechos: después de haber debatido sobre los derechos y habernos puesto de acuerdo en cuáles son (recordando que los derechos humanos en general también lo son de la infancia «después de todo, los chicos, aun los mas pequeñitos, son seres pensantes, casi podríamos decir que son seres humanos», como dirían Les Luthiers), cada persona escribe en un papel de color su derecho favorito (puede utilizar más papeles si tiene más de uno favorito), y con todos estos papeles estamos elaborando una cadeneta multicolor que al final de la semana decorará la parroquia.
La verdad es que la gente sale muy contenta y estamos fortaleciendo bastante los grupos.
Poco a poco se van recuperando actividades y procesos grupales y comunitarios que favorecen la convivencia.