Es un juego muy sencillo para practicar la noción de pasado.
Una persona sale del aula y el resto cambian algunas cosas de lugar (una, dos o tres, depende del tiempo que queramos emplear y del número de participantes).
Cuando la persona vuelve a la clase, le preguntamos «¿Qué ha cambiado?» y tiene que encontrar el/los cambios. Le podemos orientar con «¡Frío!» (si está lejos de algún objeto cambiado) o «¡Caliente!» (si está cerca). Cuando encuentra lo cambiado, lo coloca en su sitio y lo dice «La mochila estaba encima de la mesa».
Es un juego de observación, de ayuda y de expresión que resuta muy entretenido y útil.
Se puede complementar con «Antes la mochila estaba encima de la mesa y ahora está en la estanteria», por ejemplo.