«Amo muy muy en secreto» – Juego de cohesión grupal. Adaptación ELE

Es un juego que hemos hecho muchas veces con distintos nombres (me parece que «La silla vacía» es el que más hemos utilizado», porque, además de que, jugado en su forma original, sirve para dar cohesión al grupo, se puede adaptar para las sesiones de español para trabajar y revisar gramática de manera práctica y divertida.

Nos sentamos en círculo, normalmente en sillas, dejando una de ellas libre. Cuatro pasos:

-La persona a la derecha de la silla vacía se levanta y la ocupa mientras dice: «Estoy en clase…». Ahora su silla es la vacía.

-La siguiente persona la ocupa y dice: «…y amo…», dejando su silla libre.

-La persona que está a continuación ocupa la silla ahora libre y dice: «…muy muy en secreto». Ahora su silla es la vacía.

-Por fin, la persona que le sigue en el círculo ocupa la silla libre y dice: «… a (nombre de una persona del grupo)».

En este momento, la persona nombrada tiene que correr hacia la silla que ahora está vacía, mientras las dos personas que la franquean deben impedirle llegar dándole un abrazo (o un par de toques, u otra señal, dependiendo del grupo).

De esta manera, tanto si consigue llegar como si no, una silla quedará vacía, y así sigue el juego.

Lo adaptamos en las sesiones de español para repasar acciones en diferentes tiempos, deseos…

«Ayer / fui / al parque / con X», «Esta mañana / he comido / macarrones / con Y», «Quiero / viajar / en camello / con Z», «Todos los días por la mañana / suelo encontrarme / de camino al instituto / con P», «Ojalá / viaje a Marruecos / el próximo verano / con M»…

Es un juego sencillo en el que todos los grupos se han implicado y se han echado muchas risas. Cuando se juega para fijar estructuras de español, es importante que se repita cada oración completa después de enunciarla por partes. También es importante que quede claro que solo es un juego, que lo que se diga es para reírnos, no es verdad, y que cuanto más inventemos, mejor. Normalmente partimos de una estructura dada y poco a poco vamos improvisando hasta que el final no se parezca en nada al comienzo. Por fin, para fijar la estructura, escribimos varias de las oraciones que hayan salido (en caso de personas que no saben escribir, que se graben con el móvil), y se puede pedir que construyan más en casa, pero sobre todo que las utilicen en el día a día.

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