El grupo intercultural de mujeres se va consolidando en la parroquia de Santo Toribio. Parte de las sesiones matutinas de español, ya que se entiende que el formato de «clases» debe ir dando paso a otra forma de relacionarse, poniendo todo el peso en la horizontalidad, y se ha invitado a otras personas del entorno.
Hace tres meses se decidió que los jueves se ofrecería el espacio de la cocina para juntarse y empezar a cocinar distintos platos típicos de los países respectivos para que todo el mundo pudiese aprender.
El pasado jueves cocinaron tajin de pollo, y las mujeres de Marruecos enseñaron al resto a preparar el pan (llevaron parte parcialmente preparado, para terminar allí, otros ya terminados, pero también les enseñaron los pasos iniciales para luego continuar en casa). El menú se completó con unos dulces y té.
A pesar de algunas complicaciones técnicas que se solventaron, nos dicen que fue una nueva experiencia muy enriquecedora, divertida ¡y suculenta!